DEFENSORES DE COLONIA VELAZ
CLUB SOCIAL Me duele el recuerdo, me angustia el progreso. Fue el mismo progreso el que nos dejó sin el club. El pueblo era chiquito: La estación del ferrocarril, la escuela, el destacamento policial, el almacén de ramos generales y diez o doce casitas, mirando hacia las vías. Ese era mi pueblo: “Colonia Vélaz”. A sus alrededores, decenas de chacras cultivadas con trigo, maíz, girasol o guinea y ganado vacuno, porcino y equino, estos últimos eran utilizados en los trabajos de labranza. Los domingos, los colonos se reunían en el almacén para jugar a las cartas. Unos jugaban al truco, otros al mus y también había quien jugaba al tute cabrero. No tenían otra diversión, de todas maneras esto bastaba. Las señoras visitaban a sus vecinas y mientras charlaban, los niños jugaban en los patios de tierra a la bolita o al fútbol. Las niñas inventaban casitas y jugaban ...