LAS MASCOTAS QUERIDAS

Desde la noche de los tiempos, el ser humano reaccionó con temor a las tormentas, a los rayos y a los truenos porque sabía de sus posibles catastróficas consecuencias. Han pasado miles de años y en la actualidad el hombre que se dice civilizado, valiéndose de la tecnología, se divierte con la imitación de las circunstancias que en la antigüedad lo aterrorizaban. Es así como en señal de celebración se popularizó el uso de la pirotecnia, aún sabiendo los peligros que pueden derivarse de su manejo desaprensivo, comprobados año tras año en múltiples y lamentables accidentes. Pero además las fiestas se han convertido en el enemigo de los animales que sufren por los fuertes estruendos, y si bien todos son sensibles a los ruidos fuertes, los perros y gatos son los más afectados debido a su delicado sistema auditivo, mucho más potente que el del ser humano. Por este motivo el estallido de los productos de pirotecnia puede provocarles estrés, nerviosismo, agitación, desorientación y un g...