REPORTAJE A RADIOAFICIONADOS
CUATRO
RADIOAFICIONADOS CUENTAN SUS EXPERIENCIAS EN LA COMUNICACIÓN
AÑOS
DE RADIO
Desde
principios de siglo ya se experimentaba en el país. En 1924 se produjo la
primera comunicación desde San Pedro. Así comenzaron a funcionar los
radioaficionados. ¿Quiénes son? ¿Qué es lo que hacen? ¿Cumplen una tarea
importante dentro de la comunidad? Estas preguntas, y algunas más también, las
responden cuatro de ellos.
La radio
practicada como pasatiempo, con el propósito de adquirir conocimientos, hacer
experimentos y entablar comunicados con todas partes del mundo, puede ser la
definición más certera sobre lo que es la radioafición. Los reporteados agregan
que sirve para cosechar amigos y que especialmente están al servicio de la
sociedad en cualquier emergencia.
Héctor Blas
(la licencia en actividad más antigua), Femando Chiodini (tesorero del Radio
Club San Pedro y diexista), Horacio Bertani (el único que trabaja en
telegrafía) y Roberto Díaz (el primero que posee sistemas digitales) contaron
lo que se puede realizar con una pequeña estación de radio: la comunicación con
todo el mundo.
-¿Cómo empezó cada uno de ustedes con la
radioafición?
-Yo empecé
en 1954. Tenía 14 años y ya me gustaba todo lo que tenía que ver con la radio.
En ese momento ingresé en la categoría novicios y luego fui subiendo. (Héctor
Blas).
-Comencé a
los 15 años con distintos experimentos que tenían que ver con la radio.
Inclusive construí una radio a galena. También llegué a tener una estación de
radio de las que ahora llaman "truchas". Se escuchaba solamente en la
ciudad. Hace 20 años que tengo la licencia para operar. (Fernando Chiodini).
-Yo obtuve
la licencia en el año 1970. Por supuesto que también me gustaba experimentar
con los elementos de electrónica. (Horacio Bertani).
-En 1965
comencé a armar mi equipo de radio y fui progresando y agregando cosas, hasta
llegar a los sistemas digitales, que también lo hice yo. Para la radioafición
se necesita saber algo sobre el tema, porque si no, ni siquiera le otorgan la
licencia. (Roberto Díaz).
-¿Quen entrega esa licencia actualmente?
-Actualmente
hay que gestionar la licencia ante C.N.T., que es la Comisión Nacional
de Telecomunicaciones, pero no es forma personal, sino por medio de un Radio
Club reconocido. (F.Ch).
-¿San Pedro tiene Radio Club?
-Sí. Está
ubicado en la calle Emilio Frers 255 y se fundó el 26 de mayo de 1972.
Actualmente se está reorganizando y se ha enviado la documentación
correspondiente para obtener nuevamente la Personería Jurídica ,
trámite indispensable para ser reconocido por la C.N .T. (F.Ch.).
-En este
momento para cualquier caso que aparezca, hay que recurrir al Radio Club de San
Nicolás. (H. Bertani).
-Ustedes dicen que la radioafición sirve para
entablar contactos con todo el mundo, para casos de emergencia, pero ¿hay algún
tipo de prohibición para hablar?
-Sí, porque
uno está a disposición del Poder Ejecutivo. No se puede hablar de religión, ni
de política, de nada que pueda implicar a alguien porque la radioafición es
para casos de emergencia o para pasar datos técnicos: como funciona una antena,
quien hace una prueba, que hay que mezclar en un equipo, o que equipo se está
usando. Ese es el trabajo de un radioaficionado. Incursionar en otro campo -el
comercial por ejemplo- equivale a otro nivel, y en ese caso hay que pagar. Lo
que sucede con una radio. (H. Blas).
-Se llama a
un radioaficionado cuando surge alguna emergencia, nada más. En el caso de una
catástrofe, o en el caso de que no haya energía eléctrica, por el corte del
cable coaxil. Un radioaficionado sale con batería y no tiene problemas. Las
noticias agradables no se cursan por este medio. (F.Ch.).
-¿Hay alguna posibilidad de que ustedes queden
incomunicados?
-No, porque
siempre uno tiene otro equipo. Yo, por ejemplo, tengo otro en la camioneta y
uno más en mi casa que generalmente no uso. Sólo lo dejo para casos
excepcionales, y si ninguno de mis equipos anduviera voy a la casa de un amigo
y me comunico desde allí. Por eso no hay ninguna posibilidad de quedar
incomunicados. (F.Ch.).
En San
Pedro hay alrededor de 40 personas que tienen licencia para operar, pero las
que se mantienen activas y poseen una estación de operaciones no superan las
15.
En la Argentina hay 32.000
radioaficionados y en el mundo 1.100.000. EE.UU. es el país que más tiene: son
500.000, en tanto que Zanzíbar (con 1), Burundi y Cabo Verde (con 2) y Emiratos
Árabes (con 3) son los que menos poseen.
Comienzos
En la República Argentina
las experiencias se iniciaron a principios de siglo y el primer decreto reglamentando
la actividad fue promulgado por el Gobierno Nacional el 15 de octubre de 1913.
Las licencias las otorgaba el Ministerio de Marina, y el Radio Club Argentino
se fundó el 21 de octubre de 1921 y tuvo como primer presidente al Capitán de
Fragata Luís María Orlandini. En este organismo también participaron Enrique
Susini y César Guerrico, los médicos que tuvieron que ver con la creación de la
primera radio funcional en el mundo.
La primera
comunicación que esta documentada en San Pedro se produjo el 5 de noviembre de
1924 con una estación de Nueva Zelandia (D A 8). Entre los primeros que
comenzaron con la actividad se encuentran Serafín Biscaldi, Francisco Chico,
Manuel Prelato, Pablo Homps y el Dr. Solari, entre otros.
-No
demasiado. Lo que ocurre es que antes era muy normal que uno mismo armara la
radio con material de rezago y el costo era muy bajo, pero hoy en día son muy
contados los que lo hacen. Un poco porque el avance de la electrónica ha sido
muy importante y se necesitan muchos más conocimientos y además el material hay
que adquirirlo nuevo y conviene más comprarlo (ya sea nuevo o usado) a precios
accesibles. (F.Ch.).
-Hoy en día
no son muchos los radioaficionados que experimentan. Sólo en la par-
te de
antenas (sistemas irradiantes), aunque no tanto en la parte electrónica.
Incluso ya podes conectar una computadora a la radio (H. Blas>).
Hoy en día
no son muchos los radioaficionados que
experimentan solo en la parte de antenas
(sistemas irradiantes), aunque no tanto en la parte electrónica. Incluso ya
podes conectar una computadora a la radio (H. Blas).
-¿Cómo es eso?
-Bueno, lo que pasa es que todo ha ido
progresando. La radio primero tuvo un transistor, luego apareció el chip, el
micro-chip. La televisión color evolucionó, lo mismo que las videocasseteras.
En la radio pasó lo mismo. Hoy ya casi no se arman equipos de radio porque uno
no puede tener la tecnología que tienen las grandes fábricas. (R.D.).
-¿Cuándo aparecen los sistemas digitales?
-Ya el sistema morse tiene algo de esto.
Primero apareció el manipulador manual (punto y raya), luego el manipulador
electrónico y allí se hicieron los primeros inter-fase, que dialoga con la
computadoras y ésta con equipo de radio. Se llaman MODEM, porque modula y
demodula. A raíz de esto surgieron nuevos sistemas que son más seguros que el
morse. Los sistemas digitales mandan los "bip' y la suma de esos 'bip'
comprueban la veracidad del mensaje. (R.D.).
-¿Se
llaman digitales porque se utilizan dos dígitos?
-Exacto. Se usa el 0 y el 1. En las señales
eléctricas, el 0 (cero) es masa y el 1 (uno) es tensión. Las informaciones
eléctricas las manejan los chip y para eso hay códigos internacionales: cuando
hay un solo dígito no hay inconvenientes, pero cuando son dos los dígitos se
necesitan dos señales eléctricas, una combinación simple de dos números: puede
ser cero y uno, uno y cero, dos ceros o dos unos. Hay cuatro combinaciones
posibles, y a medida que la palabra se alarga, se amplía el número de combinaciones.
(R.D.).
-¿Y la telegrafía, cómo funciona?
-La
telegrafía merece un código especial, hay que aprender el alfabeto morse.
Cuando se habla hay que traducir cada palabra. Se utiliza para hacer
comunicados a gran distancia fundamentalmente. Pero para este tipo de códigos
hay que especializarse. Claro que mucha gente no lo elige porque es más lento.
(H. Bertani).
-Pero en cualquier sistema que se trabaje debe haber
algún inconveniente con el idioma, ¿o no?
-Normalmente
los radioficionados tienen algún conocimiento de español o inglés, pero en el
último de los casos hay códigos internacionales que permiten un comunicado muy
breve en el cual se menciona solamente la señal distintiva de la estación, la
ciudad y el nombre del operador. Y si se quiere intercambian las tarjetas QSL,
que se utilizan para confirmar los comunicados, se envían por medio de un Radio
Club o se toman las direcciones de un manual especializado en el cual figuran
los datos de todos los radioaficionados del mundo. (F. Ch.).
-¿Los manuales se compran?
-Sí, aunque
generalmente se compran entre varios, porque son caros. Como no usan muy a
menudo, los tiene uno solo en su casa y se lo solicita cuando es necesario.
Pero con respecto a los códigos, se sabe que internacionalmente a la Argentina le corresponde
la sigla LU, no sólo para nosotros, sino también a las radiemisoras. Los
alemanes tienen DL, los chinos DY, los australianos VK, en Brasil es PY y en
EE.UU. W. Así con todos los países del mundo. (F. Ch.).
¿Hay muchas radioaficionados que actúen
encubiertamente?
-No es muy
común. Pero los que existen lo hacen por la burocracia, que no les permite
tener la licencia con rapidez. Pero esto trata de erradicarse, sobre todo en el
interior, porque se descubre rápidamente. En Capital Federal y en las grandes
ciudades probablemente sea más usual. (F. Ch.).
-Creo que
hay algunos, pero pasan saludos y cosas por el estilo, pero nada que sea
competitivo al teléfono o a otro medio de comunicación. La licencia es para
adquirir conocimientos de cosas nuevas y para experimentar, aunque como
decíamos hace un rato, hoy se experimenta con las antenas y nada más. (H.
Blas).
-¿Cuántos metros necesita una antena?
-Mira, con
los equipos que hay ahora no hace falta demasiada cantidad. Además depende de
la banda en que trabaje cada uno. (H. Blas).
-Normalmente
las antenas se cortan a media longitud de onda. O sea que si yo trabajo en la
banda de 80 metros ,
necesito una antena de 40
metros . En mi casa tengo una antena direccional para las
bandas de 20, 15 y 10 metros . Trabajo en VHF
y HF. Hay quienes lo hacen en UHF pero hay muy pocos y no se puede hablar con
mucha gente. (F. Ch.).
-Acá hay
una repetidora de VHF. Con esa puedo salir al aire sin necesidad de antena. (H.
Blas).
-También
hay una repetidora de UHF, pero no funciona. Lo importante de la otra es que
uno puede hablar sin problemas a Buenos Aires, por ejemplo. Como la palabra lo
indica retransmite el mensaje que se envía. (F. Ch.).
-Ustedes dicen que se puede innovar con respecto a
las antenas, pero en los sistemas digitales también, porque las computadoras
han avanzado...
-Por
supuesto que sí. Las primeras computadoras trabajaban con 8 bip, luego con 16 y
ahora hay alguna» que lo hacen con 32, porque el bus de datos es un reloj de
gran velocidad. Hoy en día el sistema más usado es el packet radio. Si bien hay
varios, está de moda el packet. (R.D.).
-¿Usted cuál usa?
-Yo tengo
todos los sistemas, lo que pasa es que uno opta. En realidad son muy parecidos
todos los que hay. El packet es muy bueno porque uno no necesariamente tiene
que estar presente. Hay un correo electrónico: se puede depositar un mensaje en
el MODEM y las máquinas trabajan solas. Si no recibe correctamente, lo vuelve a
intentar. (R.D.).
-Además de estas ventajas, ¿qué otras hay con respecto
a un radioaficionado común si éste se puede comunicar con todo el mundo?
-Yo me
comunico indirectamente con todo el mundo. Hay programas de comunicación que se
utilizan a través de los satélites. Todos estos programas son gratis, entonces
si un señor en EE.UU. saca una versión nueva de un programa lo sube al satélite
y a las dos horas está en la
Argentina. Lo que hay que hacer es comunicarse con una base
de datos terrestre y listo: ya tengo el programa que acaba de salir y lo puedo
usar en mi computadora. Lo mismo ocurre si yo quiero hablar allá (a EE.UU.),
voy a una base de datos, le doy la ruta y el operador ve a quien le conviene
pasarlo; allí se compacta la información, se la sube al satélite y quien la
reciba, va separando por país primero y por ciudad después. (R.D.).
-¿Las bases de datos están en las grandes ciudades?
-No
necesariamente. Por ejemplo en Pergamino hay una base de datos, pero en San
Nicolás no hay nadie que trabaje con sistemas digitales. Todas estas bases son
gratis, son aficionados que se agrupan, nada más. Pero también hay bases de
datos comerciales, que son pagas. Allí uno se comunica por teléfono y no por
radio. (R.D.).
-¿Por qué hay tan pocos radioaficionados que tengan
sistemas digitales?
-Porque
tiene que coincidir que a una persona le interese la radio y la computación y
además hay que tener tiempo para hablar y para armar el equipo porque necesita
una antena, una computadora, rotores, MODEM, equipo de VHF, de UHF, cables
buenos por que son de alta frecuencia y son caros y la persona tiene que
especializarse por que aquí no se puede trabajar mas o menos. Todos son unos y
ceros i si se prueba tanteando, no anda (R.D.)
-En los concursos para radioaficionados también se
anota poca gente?
-Sí, pero
realmente no sé el por qué. Cuando yo he participado llegaba a ser entre 30 y
35. No eran demasiados y quizá por ese motivo yo figuré adelante. Competí en
campeonatos nacionales e internacionales. En el nivel nacional gané
consecutivamente en el '88, '89 y '90. Pero no sirve para evaluar la capacidad
operativa porque no entran todos. (H. Bertani).
-¿En qué consisten los concursos?
-Hay que
tratar de hacer la mayor cantidad de contactos durante una hora y media
aproximadamente. Existe la categoría multibanda (20,40 y 80 metros ) y monobanda (80 metros solamente).
Esto es a nivel nacional, porqué en los concursos internacionales son 48 horas,
y comienza a las 0.00 del sábado (hora GMT). Los participantes son de todo el
mundo, pero uno no sabe antes de empezar cuántos van a ser. Yo llegado a hacer
algo más de 1000 contactos, pero hay quienes superan los 4000 y 5000. (H.
Bertani).
-Pero los
concursos ya no son como antes, porque como hablábamos hace un rato, ya no se
arman los equipos. Yo salí tercero en el año '66, pero fue una alegría enorme
porque todo lo había hecho yo solo. Era el orgullo de participar y salir bien
ubicado compitiendo contra mejores equipos que los míos. Es como quien prepara
un coche de carrera y sube al podio. Esa persona tocó el cielo con las manos.
(H. Blas).
-¿Reciben muchas críticas los radioaficionados?
-En este
momento no tanto, pero hace un tiempo, sí. El problema era que la televisión
sufría interferencias. Ahora con el video cable no ocurre más. Pero en ese
momento la gente no se daba cuenta de que el radioaficionado no estaba todo el
día transmitiendo, por lo tanto no era el culpable de lo que ocurría en los
televisores blanco y negro. (F. Ch.).
-Usted dijo al comienzo que era diexista, ¿qué
significa?
-Diexismo
proviene de una sigla inglesa: D.X. La
D significa distancia y la X significa incógnita. Es la captación de
emisoras de radio y televisión de todo el mundo. La que tiene más adeptos es la
onda corta y transmite entre las frecuencias de 6000 y 22000 Kh. (kilohertz).
La gran mayoría de los países (incluso Argentina) tiene emisoras
internacionales que transmiten a todo el
mundo en
diversos idiomas. Por ejemplo, Radio Moscú lo hace en 63 lenguas. En nuestro
país existe la RA.E.
(Radiodifusión Argentina al Exterior) que es muy escuchada en varios puntos del
planeta. El diexista capta esas emisiones y se envía lo que se llama un informe
de recepción y ellos le retribuyen con distintos materiales como banderines,
calcos, revistas, bolsos, remeras, adornos et., muchos llegan pero algunos “se
pierden en el camino”.
-¿Qué otra aparición le espera a la radio?
-Bueno, ya
hay gente que está experimentando fax por radio. Tuvo auge, aunque ahora no
tanto, la televisión de barrido lento en la cual se transmiten por radio
imágenes fijas, pero requiere mucha capacitación y mucho dinero. (R.D.).
La radio,
como los medios de comunicación, avanza. Seguramente quienes comenzaron a
experimentar con ella pensaron lo mismo a principios de siglo. Aunque por
momentos parezca un cuento de ciencia ficción y no una realidad. En 1920 o en
1993.
FUENTE: El
Imparcial 26 de febrero de 1993 Periodista: José Miguel Güidi
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