EL HURACAN DE 1908
El 18 de enero de 1908 azotó
la ciudad de San Pedro un huracán que causó enormes daños, el periódico “El Independiente” relataba así el
acontecimiento.
La extensión que más azotó
este huracán es desde la estación Tala hasta cerca del Rosario; pero donde
ocasionó mayores perjuicios ha sido en nuestra Ciudad, particularmente desde
Tala hasta la destilería y en el Puerto Obligado.
A más de los numerosos destrozos
por el horrible ciclón hay que lamentar la muerte de cuatro criaturas y una
mujer (tres en las inmediaciones de la Destilería y dos en Puerto Obligado) a
más de varios heridos.

A un paquete que estaba
fondeado frente a la Destilería la violencia del huracán le hizo cortar dos de
las cadenas de las anclas y fue arrastrado hasta las islas del frente donde se
varó en la costa.
Una casilla trilladora fue
también arrastrada por el viento y tumbada, sufriendo lesiones las cinco
personas que la ocupaban. También se incendió otra máquina, según dicen,
propiedad de los señores Larrondo y Carreras, las líneas telegráficas han
sufrido mucho, pues casi no han quedado en estas inmediaciones postes en pie.
Los maizales y las parvas de
lino han sufrido destrozos en todo el partido, siendo imposible calcular la
importancia del daño ocasionado por el viento y el granizo, por la gran
cantidad de personas perjudicadas que hay.
En el cementerio también se ha
hecho sentir el huracán, habiendo derribando varias partes del tapial, volado
el techo de la sala de autopsias y arrancando varios eucaliptus.
En fin, por todas partes se
han visto en estos días chapas, maderas, pedazos de tirantes y paredes
derrumbadas, así como árboles arrancados de raíz algunos y otros destrozados.
También los molinos a viento
han sentido los efectos de este huracán, habiendo destruido una buena parte de
ellos, en el horno de ladrillos de Tagliatore ha volcado tres carros que
estaban cargados de ladrillos.
No hay un vecino, por anciano
que sea, que recuerde aquí un huracán de tanta intensidad, ni que haya causado
tantos destrozos, contándose por docenas las casas y galpones que han sufrido
poco o mucho, los maizales en general se calcula que han perdido más de un
veinte por ciento.
En Ramallo y San Nicolás
también ha sido fuerte el viento, pero no tanto como aquí, pues no ha causado
tanto daño, como tampoco en Baradero y Arrecifes.
Las víctimas fatales fueron:
en Puerto Obligado Juana Benavidez 40 años, Ramona Montavlo 1 año, y en San
Pedro Lucia Roch de tres años, Ana Roch de 5 y Juan Roch de 7.
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