LADRILLOS DEL CONVENTO FRANCISCANO
DESCUBREN LADRILLOS DEL CONVENTO FRANCISCANO
BAJO EL MUSEO PALEONTOLÓGICO DE SAN PEDRO
Fueron hallados durante tareas de mantenimiento en el sótano ubicado debajo de
una de las salas
Hace
un tiempo atrás, durante tareas de mantenimiento en el sótano de una de las
salas del Museo Paleontológico de San Pedro, integrantes del Grupo
Conservacionista de Fósiles dieron con fragmentos de ladrillos de grandes
dimensiones, idénticos a los que formaban los muros del convento franciscano.
Las piezas, corresponden a tres ladrillos de barro cocido de unos 6,5
centímetros de espesor y presentan todas las características de haber sido
construidas en el siglo XVIII.
El terreno del Convento

El predio del actual Museo Paleontológico estaba ubicado en plena huerta
franciscana.
Los
ladrillos en el Museo
Los
ladrillos fueron descubiertos al efectuar tareas de albañilería en el sótano
ubicado debajo de la Sala 8 del Museo, a unos 60 centímetros de profundidad. Si
bien no están preservados en su totalidad, se observa claramente que fueron de
grandes dimensiones, tanto en largo, como en ancho y en espesor.
El nivel en el que aparecieron los ladrillos es el mismo en el que yacen los
vestigios del convento en el jardín municipal, lugar investigado por el Grupo
Conservacionista en 2005 y 2012.
Desde el Museo Paleontológico se cree que estos ladrillos podrían haber sido
parte de alguna edificación secundaria, de menor importancia (como un galpón,
cobertizo, caballeriza, etc.) o de algún muro divisorio presente en la zona de
huerta que rodeaba al convento.
El
Convento, de unos 80 m x 76 m, se comenzó a construir hacia 1750 para
terminarse hacia 1760. Constaba de una iglesia con sacristía y algo más de 20
habitaciones. En dos de éstas, funcionaba una escuela y, más tarde, aulas de
latín y retórica.
Fue demolido a finales de la década de 1880 para construirse, allí, el actual
edificio municipal.
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