ASILO GOMENDIO
MARIA AROZA DE GOMENDIO
Sola y sin hijos se radicó en San Pedro donde encontró en el afecto de personas amigas , las motivaciones que habrían de despertar en su espíritu , "en esta etapa de su vida , - al decir de Zulema Rocca en su relato de la obra - el afán de prodigarse hacia los demás , pensar en la niña huérfana , abandonada , desvalida, necesitada ", e impulsada por sus fieles amigas Maria San Sebastián de Rodríguez Moujan, Josefa San Sebastián de Suero y Corina San Sebastián de Suero , dedicarse a la fundación de la obra que nos ocupa.
Ya había dado muestras de su generosidad, al donar el instrumental todo para el hospital local, pero su espíritu altruista necesitaba completar su obra creando una institución dedicada a proteger a la niñez desvalida.
Para tal fin adquirió varias parcelas de la manzana situada entre las calles Salta, Rivadavia, Areco y 9 de Julio, no muy lejos de su casa particular ubicada frente a la plaza de la iglesia, conformando luego una comisión que tendría a su cargo llevar adelante el proyecto.
Esta no solo supo interpretar el espíritu de la donante, sino llevarlo a la practica rápidamente, por lo que el día sábado 25 de marzo de 1905, se colocó la piedra fundamental de lo que inicialmente se denominó "Asilo de niños huérfanos".
Dicha comisión estuvo integrada por don Casimiro Suero, esposo de una de sus amigas, el Dr. Abel R. Noceti, don Edmundo Homps, el Pbro. Pablo Carlevarino, don Vicente Basavilbaso y don Adolfo E. Laurín.
Lamentablemente la autora de tan preciado legado al pueblo de San Pedro y de las cuatrocientos ochenta y dos hectáreas ubicadas en el cuartel V de Pergamino, para funcionamiento de la Fundación, no pudo ver la culminación de su tarea por cuanto falleció el 8 de octubre de 1906.
No obstante ello el Asilo, hoy "Hogar Maria A. de Gomendio" inicio su obra albergando 15 niñas y 15 niños; la falta de comodidades para albergar con suficiente separación las dos secciones, hizo que se eliminara en 1931 la de varones reemplazándolos por igual número de niñas.
Esto fue seguramente lo que impulsó mas tarde en otro orden la creación de la escuela de Artes y Oficios para varones.
El Hogar mencionado funcionó con el apoyo permanente de una asociación, constituida por señoras y señoritas que apoyaron en un todo a las Hermanas, para favorecer a las niñas huérfanas o desvalidas del lugar que necesitaran alojarse en ‚l.
Un periodista local se hizo eco de la obra en su etapa inicial, al expresar palabras que se ajustan perfectamente al juicio que aún hoy merece la iniciativa diciendo:
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."Pero no ha faltado, Loado sea Dios! un corazón generoso , que velando por el mas preciado tesoro que tiene la humanidad , formara un nuevo hogar que recogiendo inocente por inocente los retorne al nuevo abrigo , evitando así que niños desgraciados lloren y giman con vergüenza para nuestra cultura social .
Y cuando la suerte nos depara como en este caso una circunstancia feliz de ser testigos al acto de la semana pasada, bendecimos con toda la fuerza de nuestras convicciones, el nombre de la generosa y noble señora Maria A. de Gomendio.”
Así, amparado y protegido en ese espíritu de reconocimiento, nacía a comienzos de este siglo esta benemérita obra que muchos sampedrinos no nos hemos detenido a analizar.
Fuente:
Historia Documental de San Pedo Américo Piccagli
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