LA NICOLEÑA
Sobre
un escritorio colmado de fotos y recuerdos,
están los 50 años de "La Nicoleña ".
Hablamos
con Julio Pérez y con Carlos Mantelli
aquellos dos pioneros sampedrinos
que un 29 de
Diciembre de 1929 tuvieron la feliz idea
de abrir una vinería que, por
la procedencia
del producto, se llamó "La Nicoleña ".
Los
años han pasado y, si bien algunos caminos se han ido bifurcando, si bien un duro día de 1955 la
sociedad se disolvió, que dando sin embargo la amistad entrañable y el recuerdo
permanente de los buenos momentos, no es
difícil re tomar la historia de "La Nicoleña "
a través de sus protagonistas principales. Y eso fue lo que hicimos, con el apoyo de las fotos, de los recortes
periodísticos ("Vino a 25 centavos
el litro", por ejemplo) y con la permanente cordialidad de nuestros
interlocutores.
"La Nicoleña " comenzó a funcionar a una cuadra
de donde sería su emplazamiento definitivo,
en el local que ahora ocupa la talabartería de Luchessi; después se mudó a la esquina de Bottaro y
Balcarce, mientras enfrente se estaba construyendo el edificio del Colegio
Normal; posteriormente pasaron a
Bartolomé Mitre y Quiroga y por último,
a Saavedra y 25 de Mayo,
frente al ex edificio social del Club Paraná. En esa última etapa, había un local de fraccionamiento en Saavedra
130, hogaño
ocupado por una mueblería.
Se traía vino en
bordelesas y después en tanques, memoriza don Julio Pérez, de San Nicolás y
luego de Mendoza". "Si habré
hecho viajes con mi hermano", continúa. "Traíamos las bordelesas en
un Studebaker 39 de dos ejes, que
cargaba 48 cascos".En las
fotos se lo vé con una pulcra leyenda en los flancos que identifica el origen
de la carga y las características del producto.
"Claro que el Nº 1 fue
un Ford T modelo 26, descubierto:
con él hicimos los primeros repartos y los viajes iniciales a San Nicolás. Como la cosa iba bien, compramos un vagón
tirado por caballos y un carro. También éramos represen antes oficiales de Vino
"Toro". Después...después vino la Rotisería y el Bar, pero
eso fue mucho más reciente. En todo caso, fue una prolongación de "La Nicoleña ". 24 años estuvimos juntos, rememora Don Julio, ahora llevo 24 años como taxista, desde 1955.
Con Carlos siempre fuimos como hermanos.
Cuando
se separaron siguió Mantelli solo con el fraccionamiento; vinieron las épocas en que el "Altivo
León" hacía viajes regulares a
Mazaruca sin descuidar la zona de influencia tradicional de "La Nicoleña ", que
abarcaba desde Baradero hasta Pérez Millán, sin que se diera abasto. "Hacíamos más de 400 cajones por día recuerda Carlos Mantelli y cada vez teníamos más pedidos,
Pero
algo falló, y no tiene mucha
importancia ahora preguntarse el porqué.
La vida es un continuo subibaja y los
negocios son precisamente eso, negocios.
Algunas veces salen bien, otras no.
En el caso de "La
Nicoleña ", a 50 años de aquel entusiasmo
inicial, queda un recuerdo agridulce y una
nostalgia que perdura. Y una amistad
entre dos hombres llamados Julio Pérez y Carlos
Mantelli que a pesar de los años transcurridos,
y del trabajo y las preocupaciones, todavía se sienten con ánimo como, para
empezar de nuevo, si fuera necesario.
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