FRANK RATH
Un inmigrante irlandés que vivió en San
Pedro
Es necesario enfocar una generosa
y amplia mirada sobre el desplazamiento masivo de los numerosos irlandeses, cuando
a partir de 1830, y especialmente después de 1845, emprendieron un multitudinario
éxodo hacia América, Australia y otros países, en busca de la paz, la libertad
y la prosperidad que ya no podían alcanzar en su tierra natal. Para lograr así
comprender su urgente necesidad de encontrar su lugar en el mundo.
Frank Rath y Larkin fue uno de los
miles de irlandeses que integró esa dolorosa diáspora. Nació en 1853 en el
condado de Wexford, hijo de Patrick Rath y de Ellen Larkin y se casó en Irlanda
con N. Kinsella. Llegó al Rio de la Plata en el barco “La Zíngara” y se dedicó a las actividades rurales. Ya viudo, se
casó en segundas nupcias en Arrecifes el 27 de junio de 1894 con Kathleen “Kate” Kilmurray y Dillon, hija de
irlandeses nacida en esa localidad. Sin descendencia en este segundo
matrimonio, Frank Rath continuó con sus actividades rurales. Los dos hijos de
su primer matrimonio fueron Patrick Rath, que también vivió un tiempo en San
Pedro hasta el regreso definitivo a su patria, y María Rath, que permaneció en
Irlanda.
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Campo que perteneció a Frank Rath, en este mapa, posterior, figura a nombre de Luis Lamarca. |
El 21 de febrero de 1904, la lectura de
los avisos del remate de toda la hacienda vacuna, lanar y caballar de Franck
Rath, a cargo de los señores Alchourrón Hnos. publicados en ese medio gráfico,
daba cuenta de la importancia de sus bienes:
“3.600 animales vacunos Durham en varios lotes, 11.000 ovejas Ramboullet en 6
majadas, 1plantel de ovejas Ramboullet puras, carneros puros, caballos de tiro
y silla, 40 potros especiales raza Hunter, 1manada de 50 piezas mestiza Hunter,
otra de 40 piezas, etc., etc. “
Los rematadores ofrecían a
los interesados que quisieran asistir a esta venta la posibilidad de viajar en trenes que partiendo
de Buenos Aires y Rosario con horarios establecidos, dispondrían de un coche-dormitorio
que se estacionaría en San Pedro para descanso nocturno de los concurrentes, y que
sería incorporado luego al tren de regreso a destino. Además les indicaba los hoteles
y sitios donde podrían alojarse, o solicitar coches que los transportaran hacia
el lugar de la subasta: “La Palma”, “Semino” y la cochería “El Navarro” de
Francisco Garayo. El remate se anunciaba para el día domingo 6 de marzo a las
11. 30 horas, después de un asado campestre que por gentileza de Frank Rath se ofrecería
a todos los circunstantes.
El
domingo 27 de marzo de 1904, el mismo periódico publicaba esta noticia que
merece transcribirse: “Míster Rath- Llamémosle así,
como cariñosamente lo designaba todo el vecindario, agregando por nuestra
cuenta: un hombre de bien, en todo el concepto de la palabra; franco, independiente,
progresista, humanitario e irlandés hasta la médula de los huesos”. “Se explica
así que la noticia que vamos a llevar a conocimiento de nuestros lectores pueda
causar cierto pesar entre sus numerosos amigos: Míster Rath se va a Europa por
algún tiempo, después de haber liquidado los negocios que tenía en la
localidad”. “Míster Rath, al abandonar temporariamente el país, no tiene sino
palabras de agradecimiento para este hospitalario suelo, dejando invertido en
él gran parte de su fortuna, a la inversa de lo que hacen muchos, que después
de haber improvisado una fortuna vociferan del país.” “Abonando con hechos prácticos sus
sentimientos de gratitud, el señor Rath ha hecho diversas donaciones a
sociedades de beneficencia y religiosas, constándonos que por intermedio del
señor Novillo ha remitido dinero para ayudar a las obras del Hospital.”
Frank Rath regresó después de
un tiempo a la Argentina, y falleció en Buenos Aires el 3 de marzo de 1907,
siendo sepultado en el cementerio de La Recoleta. Fue uno más entre los tantos
inmigrantes irlandeses que dejaron el intangible recuerdo de su paso por San
Pedro.
Colaboración: Julia McInerny
Fuentes:
Periódico “El
Independiente”- Archivo - Números 285, 617, 618, 619, 622.
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