LEUCISMO EN LA AVES
Cuando el color se va de las plumas
En las últimas semanas, integrantes del Grupo
Conservacionista han logrado fotografiar ejemplares de dos especies de aves de
la zona que presentan un disturbio genético en su plumaje denominado “leucismo”.
Esta inusual característica se define como la
falta
parcial o total de eumelanina o feomelanina en el plumaje, y se debe a
una alteración genética durante el proceso de formación de ciertos pigmentos
que colorean las plumas.
El leucismo no debe confundirse con el
albinismo y puede darse tanto en aves en situación de cautiverio como en su
hábitat natural.
El vocablo proviene del griego λευκοσ, que significa blanco o leuco, ya
que las plumas no pigmentan y quedan blancas. Esto hace que, en la naturaleza,
las aves con esta característica puedan soportar mejor el calor pero quedando,
por otro lado, más expuestas a la identificación y ataque por parte de los
depredadores.
El grado de esta anomalía puede ser total o
parcial, quedando los ojos con el color normal pero perdiendo también su
pigmentación el pico y las patas.
Las plumas de colores rojos y amarillos, que
son producidos por carotenoides, no sufren esta alteración y los ejemplares con
leucismo de especies con estos tonos resultan extremadamente atractivos.
Un hornero…blanco
En
la zona de calle Rómulo Naón se fotografió un hornero común (Furnarius rufus), al que se pudo retratar a lo largo de
sus diferentes etapas de desarrollo y observar cómo su plumaje fue cambiando
desde el marrón característico de la especie hasta un blanco total, como se lo
puede ver actualmente en su estado adulto.
El ave, por su absoluta
blancura, se destaca inevitablemente en los árboles de la zona y comparte
sectores y alimentación con otros de su especie desde hace varios meses,
momento en los que fue observado por primera vez para curiosidad de los vecinos
que tienen el privilegio de poder verlo en sus jardines. Su pico y patas
también han perdido el color por completo.
El hornero es el ave nacional
de nuestro país desde 1928 y su figura fue acuñada en moneda argentina en
1985.-
No cualquier tero…
En la zona de paraje “La Bolsa ”, en el campo del
matrimonio Pérez-Sironi, se registró un ejemplar leucístico de tero común (Vanellus
chilensis), en medio de una bandada de individuos
normales. La figura del animal, con toda su parte superior de color blanco, se
destaca entre sus congéneres cuyo dorso y cabeza presentan los tonos grisáceos
característicos que corresponden a la especie.
La vida social del ejemplar parece no ser
afectada por su coloración anormal.
Como muchas especies, el grupo al que
pertenece, tiene definido ese sector del paraje como lugar de alimentación al
que frecuentan con las últimas horas de luz diurna, pudiéndose observar la
llamativa figura del tero blanco contrastando con el fondo verde del
campo.
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