CIERVO PREHISTORICO
Morenelaphus, un ciervo del Pleistoceno
El Museo Paleontológico
halló partes de una cornamenta en la zona del barrio La Tosquera
Hasta ahora, los hallazgos de restos de ciervos fósiles
del género Morenelaphus en San Pedro,
sólo se habían registrado en la Reserva de Campo Spósito. Falanges, mandíbulas,
un cráneo algo deteriorado, una pelvis y algún que otro hueso de las
extremidades de esos pacíficos animales han sido recuperados por el equipo del
Museo Paleontológico.
Sin embargo, en estos días, una recorrida por
el predio de Tosquera “Mocoretá”, en
la zona de barrio La Tosquera, brindó el hallazgo de un nuevo fragmento de la cornamenta de uno de
estos animales extintos.
La pieza fue observada en un corte que el
agua de lluvia excavó en el terreno, erosionando y fragmentando el fósil que ya
se comenzaba a desintegrar.
De acuerdo al perfil de
sedimentos reconocido para la zona, el ejemplar habría existido durante la Edad
Bonaerense (140.000 a 500.000 años atrás, aprox.), coincidiendo con los demás
registros que se tienen de este género en nuestra zona.
Morenelaphus habitó la llanura pampeana durante el Pleistoceno
medio y superior y algunos investigadores opinan
que este ciervo fósil poseía una dieta basada, principalmente, en hojas y
tallos que cortaba con sus dientes de las plantas arbustivas de escasa altura
que encontraba en esta región.
Fue una especie de tamaño corporal medio
dentro de la familia Cervidae, con una cornamenta en forma de “S” muy
desarrollada.
Desde el punto de vista ambiental, Morenelaphus
indicaría, en nuestra zona, la presencia de pastizales abiertos con la
presencia de vegetación arbustiva, ya que, de acuerdo a sus hábitos
alimentarios, poseía una marcada tendencia de tipo ramoneador.
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