EL GRITO DE ALCORTA

25 DE JUNIO DE 1912

Alrededor de 1910, el sueño de muchos inmigrantes comenzaba a transformarse en pesadilla: para los agricultores arrendatarios del sur de Santa Fe no sólo se volvió impensable comprar tierras, sino que se encontraban sujetos a contratos desmedidos, que coartaban todas sus libertades, que los mantenían viviendo en la miseria, casi esperando todos los días ser desalojados de la chacra por motivos absurdos, sujetos completamente a las decisiones y caprichos de sus patrones.

Como corolario de esta situación, la langosta y la sequía hicieron que se perdiera la cosecha de 1911 y los arrendamientos alcanzaron su punto máximo en precio. Esta situación despertó a los arrendatarios, que sintieron la necesidad de gritar basta, que quisieron seguir soñando aquel sueño engendrado en la Europa natal. Vinieron a Argentina para cambiar su situación de miseria y pobreza, y por eso mismo, no estaban dispuestos a conformarse con lo que la realidad les ofrecía.

Creyeron que esta era una causa conjunta. Comenzaron a reunirse, sabían organizarse y lo hicieron aquí, en Argentina, en la pampa gringa, en Santa Fe.
Alcorta y Bigand compartían la colonia La Adela, administrada por la firma Genoud, Benvenuto, Martelli y Cía, que subarrendaba la tierra a doscientas once familias por el 34 % de la producción, trillado, embolsado en bolsas nuevas y puesto en estación, con contratos de un año de duración. Además, los arrendatarios estaban obligados a comprar y vender en el almacén de ramos generales de la empresa, trillar y desgranar con sus máquinas y hacer todos los seguros con ellos.

En los primeros años del siglo XX, este tipo de contratos era moneda corriente en la región cerealera. Algunos con cláusulas más absurdas que otros, algunos por mayor porcentaje que otros –en Firmat alcanzaban hasta el 54% de la producción-, pero indefectiblemente, todos legalizaban, de algún modo, el abuso y la explotación de los arrendatarios.

Frente a la pérdida de la cosecha de 1911, y la certeza de que una excelente cosecha en el próximo año no sería suficiente para recuperar el desastre, los colonos de Firmat y algunos comerciantes de campaña comienzan a reunirse para pensar posibles salidas a su situación.

En estas reuniones comprenden que la salida sólo puede ser conjunta, que debían unirse para reclamar a sus patrones, y que la conformación de una liga agraria los ayudaría a organizarse. Conforman, así, la Sociedad Cosmopolita de Agricultores de Firmat, primera liga agraria de la provincia, que agrupaba a los chacareros de la zona.
En marzo de 1912 escriben un manifiesto en el que alentaban a los colonos a unirse a la protesta y en una reunión a la que asiste Francisco Bulzani, arrendatario de la colonia La Adela, éste se hace cargo de distribuirlos en Alcorta, Bigand y Bombal.

Más de dos mil agricultores de Alcorta, Bigand, Bombal, Carreras, Firmat y San Urbano (Melincué) asistieron a la asamblea en el local de la Sociedad Italia de Socorro Mutuo e Instrucción el 25 de junio de 1912. Además de los colonos presentes, las delegaciones de las localidades vecinas acercaron petitorios firmados por dos mil colonos más.

Aunque la declaración formal de huelga se realizara el 25 de junio, ya hacía días que los colonos de la zona habían abandonado los trabajos, y en menos de dos semanas habían declarado formalmente la huelga más de cien mil agricultores de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y La Pampa.

Fuente: http://www.comunadealcorta.gov.ar/index.php?myid=15
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