ARCOR S.A.



Desde hacía varios años la empresa cordobesa venía realizando tratativas para quedarse con las 44 hectáreas que la familia Depietri poseía por donación que la Municipalidad realizó por ordenanza Nº 317 de fecha 18 de diciembre de 1926, de los terrenos ubicados próximos a la barranca a partir de las calles Máximo Millán y San Martín.
El 26 de agosto de 1976 luego de una reunión entre el Gobernador de la Provincia general Ibérico Saint Jean y representantes de la firma Arcor S.A. se difundió la noticia de la eventual radicación de la importante empresa de la alimentación en nuestra ciudad, en los terrenos que la familia Depietri poseía en las inmediaciones del puerto.

La intención de la empresa era instalar en dichos terrenos una planta deshidratadora de batata, pero como una Ley Provincial limitaba la libre acción de los vendedores, éstos debieron aceptar la intervención del gobierno provincial en la operación.
Es así como en junio de 1976 se conoció la noticia difundida por el diario La Nación, según la cual la empresa ARCOR tenía dificultades para instalarse en nuestra zona industrial, aunque la realidad era otra, la empresa se haría presente bajo el nombre de INDALAR S.A. (Industrias Alimenticias Argentina S.A.).

Al finalizar ese año la empresa confirmó su intención de radicarse en el lugar al haber firmado una “escritura con la Hispano Argentina por las 15 hectáreas existentes entre el ex-ferrocarril Depietri y el cementerio local”, donde aparentemente ya se estaba trabajando en la diagramación de una planta para ser utilizada en la elaboración de sus productos alimenticios, a la vez que sus técnicos, bajo la dirección de Guillermo Farabollini, ya se instalaban en lo que fuera el chalet de don Eduardo Depietri.

La situación creada en la empresa Padilla, tal como lo expesado en el artículo
 anterior, hizo que se interesaran en su solución no solo las autoridades locales sino los particulares y también la dirigencia gremial representada en este caso por Wenseslao Alegre, que mantuvo contactos con el comisionista en la venta de la empresa señor Mario Keudell.

Si bien la nueva empresa tenía sus ojos puestos en la ciudad de San Nicolás, las espontáneas gestiones realizadas a nivel local ante Guillermo Farabolini, un sampedrino muy importante dentro del personal de la empresa, hizo que ésta reviera su programación y se interesara en la compra de Padilla como finalmente ocurrió, según informara el periodismo en enero de 1979, pero sin que ello significara según los directivos de la empresa compradora, abandonar el importante proyecto que tenían “programado para la zona portuaria, en el lugar de las tierras ex-Depietri que solo estaban a la espera de la sanción de la ley de granos para iniciar allí, muy importantes obras”.

Hoy ARCOR no solo representa un importante factor en la economía local sino que si el pueblo de San Pedro comprende la importancia de la presencia de tan significativa empresa multinacional y realiza las tareas que le corresponden, ella puede llegar a encarnar una significativa etapa realizadora del desarrollo industrial y comercial del norte bonaerense.

La eventual instalación de un puerto en el lugar, sea utilizando el ya existente o realizando uno propio en terrenos que el pueblo de San Pedro le confió esperanzado en su utilización, completarían la obra que un visionario como Depietri, pensó para San Pedro. Sobre este punto ampliaremos el punto de vista de una gran parte de la población al referirnos al puerto local

Como una confirmación de lo antedicho, la eficiente actividad de la empresa le permitió iniciar en 1988 la exportación de aceite a países como Egipto y las Islas Canarias con un cupo superior a los 200 mil litros de aceite de maíz. En la actualidad está elaborando harina de maíz y sus derivados, manteniendo aún la producción de alcohol.

Fuente: Historia Documental de San pedro Américo Piccagli
Foto: Canal Web San Pedro

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