IRLANDESES EN SAN PEDRO


                 Huellas irlandesas en la pampa sampedrina     Julia McInerny

           Antes de 1850 se inició en Irlanda un penoso éxodo que continuó por varios años: miles de irlandeses emigraron con sus familias por motivos económicos y políticos, gran parte de ellos, a la Argentina. Muchos se radicaron en el sur de Santa Fe y en el norte de la provincia de Buenos Aires. San Pedro fue uno de los distritos donde se establecieron inmigrantes dedicados por entonces a la cría de ovinos; hacia 1870, había numerosas estancias y unos 1.000 irlandeses. Dr. Eduardo Coghlan.
           Algunos nombres se perdieron en el tiempo pero acá dejaron sus huellas, algunas imperceptibles y otras imborrables, que al resurgir en el recuerdo de vidas ejemplares y obras silenciosas, permiten entrever un arduo y largo camino.
           En 1863, John Keogh (Kehoe), jefe de una extensa familia radicada en este distrito, fue el primer suscriptor para el monumento a Daniel O’Connell a erigirse en Dublin, Irlanda, y colaborador en obras de bien.The Irish in Argentina: Thomas Murray.
           Padre  Juan Bautista O’Leahy. Atendió antiguamente a sus compatriotas en una amplia zona que superaba a San Pedro, con asiento en Carmen de Areco;  planeó fundar una biblioteca e inició el proyecto de construcción de una capilla, tan hondamente deseada por sus feligreses. Dr. Eduardo Coghlan.
           Padre Edmund Flannery. Reemplazó al anterior a fines de 1869 y llevó adelante el proyecto de construcción de la capilla de San Patricio, inaugurada en 1876  y absurdamente demolida a menos de cien años después. Este sacerdote nació en Irlanda en 1840 y murió a los 83 años de edad en Buenos Aires el 10 de agosto de 1923, después de ejercer su fructífero y generoso ministerio durante 53 años. E. Coghlan.
           John Harrington, Nació en Cork, Irlanda, en 1821, y vino a la Argentina hacia el año 1840 con sus padres, Timothy y Margaret Harrington. En 1851 contrajo matrimonio con Lucía Culligan, argentina, hija de Patrick Culligan y Catalina Delamer, ambos irlandeses. Murió en marzo de 1909. Antes de 1869 ya era dueño de la estancia El Descanso, donde existía el almacén San Patricio, cuya vieja casa aún está en pie. Donó el terreno donde se levantó la capilla, en la más extensa de sus estancias, y encabezó la lista de  donaciones para  levantar el edificio con $10.000, seguida por la generosa contribución de los irlandeses del distrito y de otros partidos vecinos. Fueron más de 130 los firmantes del acta de fundación de la Asociación Irlandesa constituida para tal fin el 4 de enero de 1875 en la estancia de John Harrington. The Irish in Argentina: Thomas Murray - Historia de Santa Lucía: Licenciado Américo Piccagli.
           La capilla y la casa para el capellán se terminaron y se inauguraron en 1876. Una nota periodística se refirió al suceso en estos términos: “La capilla y la casa para el sacerdote construidas por los feligreses del Padre Flannery, sobrepasan cualquier otra cosa semejante que yo haya visto en el país. Las nuevas edificaciones se levantan sobre un terreno alto; la iglesia es una hermosa construcción con una torre que se ve desde mucha distancia. La casa para el capellán es un sólido edificio de ladrillos de cinco piezas. El celoso pastor merece el más  fervoroso aplauso por sus esfuerzos”. Poco después de la inauguración, el Padre Flannery dio a conocer el siguiente informe: “Todos los irlandeses de  la vecindad y muchos nativos  han suscrito con generosidad. Las cuentas dicen: Costo de la iglesia: $261.402; colectas: $195.846;   deuda: $65.556.  El edificio tiene 80 pies de largo,  26 de ancho y  30 de alto.  El Deán Dillon asistió a la consagración”.  The Southern Cross: 26 de marzo de 1982.
pertenecientes a la colectividad, que dieron lugar a cálidas reuniones. Colectividad irlandesa.
  
       
         Jamás se aclararon las razones que pudo tener el obispo de San Nicolás Monseñor Ponce de León para ordenar o permitir la demolición de este valioso patrimonio histórico cuando tenía solamente 98 años de antigüedad, sin consultar previamente a los miembros de la colectividad irlandesa, que aún vivían en la zona. A este  ultraje se sumó el ocultamiento que rodeó al repudiable hecho, pues la misma población se enteró de este imprevisto agravio cuando ya se había consumado. Sólo se recuperó mucho tiempo después, muy trabajosamente, la campana, que está ahora en la cercana iglesia de  Santa Lucía, y no es posible documentar el destino corrido por los hermosos vitrales y demás elementos, ya que todas son versiones poco claras. Las autoridades que debieron hablar, callaron, y siguieron por años amparándose en un vergonzoso pacto de silencio. Ha pasado mucho tiempo, pero ese tristísimo episodio no cayó en el olvido. Siempre se evocará con nostalgia la añorada presencia de ese querido símbolo que era para todos la vieja capilla, con su airoso perfil recortándose en los campos que cimentaron su construcción en aquel lejano 1876.
           Con el correr del tiempo, gran parte de esa colonia irlandesa se ausentó buscando mejores horizontes económicos, o la proximidad de establecimientos educativos para la formación de sus hijos, y la capilla dejó de ser el obligado lugar de reunión de los domingos. Ocasionalmente continuaron efectuándose casamientos, bautismos y misas en celebración de cumpleaños, o de bodas de oro de sacerdotes
           Además de la mencionada estancia El Descanso en el partido de San Pedro, el gran espíritu de empresa de Juan Harrington le llevó a adquirir más tierras, entre ellas las de su estancia La Candelaria. De su matrimonio con Lucía Culligan nacieron varios hijos: María, Isabel, Margarita, Santiago y José Patricio, entre quienes repartieron en vida, la extensa cantidad de tierras adquiridas. José Patricio, casado con María Alicia Cavanagh Gaynor, vendió oportunamente sus tierras a la empresa asociada a la construcción del ramal ferroviario (1): se  realizó un loteo y su venta dio origen a la formación del pueblo en torno a la estación ferroviaria inaugurada el 15 de noviembre de 1907, a la que se le impuso el nombre de Santa Lucía en homenaje a la proverbial generosidad de doña Lucía Culligan de Harrington (2). 1. Historia Documental de San Pedro: Licenciado Américo Piccagli – 2. Relatos de vecinos de Santa Lucía. 
           El 10 de abril de 1897 se colocó la piedra fundamental del Hospital de San Pedro, que fue construido por la Sociedad  Hermanas de los Pobres,  para llenar la gran carencia que se profundizó con las epidemias de cólera que asolaron repetidamente a los indefensos pobladores. Con este objetivo realizaron donaciones Juan Harrington  y su esposa Lucía Culligan,  Margarita Harrington de O’Neill  y  Sofía Lynch de Frers, entre tantos generosos vecinos que aportaron su esfuerzo económico. El Hospital se inauguró el 22 de enero de 1905 y fue demolido unas siete décadas más tarde, sin reconocer su valor histórico. Hist. Documental de S. Pedro: Lic. A. Piccagli.
    Santiago O’Farrell. Nació en 1861. Hijo de Miguel O’Farrell y Kennelly, porteño, y de Mary Seery, irlandesa. Casado con Margarita Harrington Culligan, hija de Juan Harrington y de Lucía Culligan de Harrington. Dr. Eduardo Coghlan.
           En 1907 este matrimonio donó 10.000 m2  con un edificio, en tierras de su estancia El Descanso, para el funcionamiento de la Escuela N° 17, ubicada a 48 Km. de la ciudad de San Pedro, que se inauguró el 25 de junio de 1907. Fue reedificada por la Dirección General de Escuelas en ese mismo lugar en 1912. Este establecimiento lleva el nombre de “Emiliano Reyna” (1830 – 1888) en homenaje a quien fuera el primer maestro sampedrino. Consejo Escolar de San Pedro: Archivo.
           En 1912 se fundó la Escuela N° 21, ubicada a 32 Km. de la ciudad de San Pedro. También en ese caso el matrimonio O’Farrell-Harrington donó 1 hectárea,
que se incorporó más tarde al terreno contiguo, cedido por el señor Zavaleta, donde            
se levantó el edificio escolar. Entre las personas que realizaron donaciones para su equipamiento se registran los siguientes nombres: Juan Young, Cristóbal O’Riordon, Miguel Lienhart, Jorge Quinn, Santiago Cummins y María Isabel Cummins de Harrington.  La escuela se llama “España”. Secretaría Inspección de Enseñanza de San Pedro: Archivo.
           En 1925 concretaron la donación del terreno y del amplio e importante edificio de un  establecimiento educacional (1) con régimen, en esa época, de alumnos internos y externos. Fue levantado  en memoria  de la hija de ambos, muerta el 31 de enero de 1925, casada con Eduardo Maguire, hijo de Eduardo Maguire Gaynor y de Catalina Murray Fox (2). Por expreso pedido de los donantes, lleva su nombre: Instituto Margarita O’Farrell de Maguire. El establecimiento funciona en la actualidad como Instituto Agrotécnico. Durante muchos años, el día 31 de enero se oficiaba en él una misa en homenaje a la memoria de esa joven (3); actualmente ya no se pone en práctica ese tradicional recordatorio. 1. Historia Documental de San Pedro: Licenciado  Américo Piccagli -  2. The Irish in Argentina: Thomas Murray -  3. Marta Rastelli Keating.
           La amplia calle de acceso a  Santa Lucía que conduce a la Estación, lleva también el nombre de Avenida O’Farrell. Municipalidad de San Pedro – Archivo.
           En 1926 el matrimonio O’Farrell - Harrington donó además el terreno donde con el aporte de todo el vecindario se levantó la iglesia de Santa Lucía, que se inauguró y bendijo el 12 de abril de 1931.  En la Navidad de 1948 un violento tornado causó grandes destrozos en este edificio; cuando los daños fueron reparados, se trasladaron a este templo algunos bancos de la capilla de San Patricio, en reemplazo de los destruidos por la fuerte tormenta.  Archivo de la investigadora  Zulma Taurizano.
           Los antiguos habitantes de Santa Lucía recuerdan todavía que al desplomarse el techo en esa oportunidad, una cabreada se atravesó sobre el altar mayor  y este quedó así asombrosamente limpio y a salvo; curiosa coincidencia que añadió un respetuoso halo de milagro al tan lamentado suceso. La reacción de los pobladores no se hizo esperar, y las obras de reconstrucción del templo se pusieron en marcha, con la amplia colaboración de muchos espíritus generosos. Marta Rastelli Keating, docente.
           Brígida Slevin de Carabasa. Perteneciente a una tradicional familia irlandesa de la zona; después de ocurrido dicho tornado, esta dama colaboró en la reconstrucción y donó los dos importantes vitrales con las imágenes de San Patricio y Santa Margarita, que hoy embellecen el templo. Su intención fue obsequiar también otros, para los cuatro ventanales restantes, pero su estado civil no consagrado por la Iglesia, hizo que las autoridades eclesiásticas de esa época desestimaran su proyecto de completar esa donación. Pasó el tiempo y los dos hermosos y polémicos vitrales continúan con su misión de iluminar serenamente el templo, gracias a la nobleza y generosidad de esa dama y muy a pesar de la intolerancia y el autoritarismo opositor. Memorias anecdóticas de antiguos vecinos de Santa Lucía.
           Luke Doyle (1831- 1899) Nació en Mullingar, Irlanda. Después de la muerte de sus padres, en 1847, sus hermanas y sus hermanos emigraron a Brooklyn, Estados Unidos y uno de ellos a Australia. Pero Luke se decidió por la Argentina. Llegó solo a Buenos Aires después de cinco meses y medio de navegación, y fue encomendado al Padre Fahy. Se radicó en Capilla del Señor, compró una majada de ovejas que estaba en el campo de James Gaynor , con cuya hija Catalina se casó después. Se radicó en Uruguay, donde nacieron los cuatro hijos mayores. Al prosperar en sus actividades Luke Doyle compró campo en San Pedro, donde pobló la estancia Santa Catalina y más adelante adquirió otro campo en Pergamino. Se casó en primeras nupcias con Catalina Gaynor  (14 hijos),  y  en segundas nupcias con Elena Ashton (2 hijos). Fue el patriarca de una gran familia, padre de dieciséis hijos. Datos familiares.
           Cristóbal Doyle, nació en Uruguay en 1862.  Fue el cuarto hijo del matrimonio Doyle-Gaynor y se casó  con Catalina Wheeler. Donó el terreno donde se levantó la Escuela N° 23, fundada en 1916, en el paraje denominado Kilómetro 158 (1), que en reconocimiento a su generosidad pasó a llamarse Pueblo Doyle. El 24 de septiembre de 1966 se festejó el cincuentenario de esta Escuela (2) que lleva el nombre de  Bartolomé Mitre. 1 Consejo Escolar de San Pedro:  Archivo -  2 La Nación: sept. 1966.
           Santiago Doyle, octavo hijo de Luke Doyle y Carbery y Catalina Gaynor. Nació el 12 de octubre de 1868 en campos de San Pedro. Conoció las tropas de carretas que transportaban los productos del norte hacia Buenos Aires, pues el camino por donde transitaban corría a través del campo de su padre; él y sus hermanos se ubicaban  junto a los troperos, para oír sus guitarras y sus cantos (1). Demostró siempre su habilidad de pialador, ejercitada como un  deporte junto a  sus jóvenes hermanos. Dedicó su vida a la actividad agropecuaria. Tuvo campos en Venado Tuerto y luego en Laguna Larga, Córdoba, donde se casó con su única novia, Mariana Mahon. De esa unión nacieron dos hijos: María Florencia (f) y Lucas. Fue intendente municipal de Laguna Larga, cargo que desempeñó durante dos períodos consecutivos. Volvió a San Pedro y adquirió a los herederos de su hermano Cristóbal el campo que había sido de su padre: la estancia Santa Catalina que actualmente es propiedad de su hijo Lucas. Hasta los 96 años Santiago recorría sus tierras a caballo. Fue uno de los  primeros  que  sembraron  maní  en  Córdoba,  y propietario  de  varios caballos de carrera; llegó a ser socio vitalicio del Jockey Club (2). Sus 100 años se celebraron con una inolvidable reunión familiar con misa en Santa Catalina, una antigua estancia plena de tradiciones y recuerdos que sigue en poder de la familia.
1. El Imparcial, 6 de junio de 1964: nota de Basilia Oberti -  2.La Nación: 10 de octubre de 1668 - Relatos familiares.
           Dr. Eduardo Doyle, undécimo hijo de Luke Doyle y de Catalina Gaynor. Nació el 13 de octubre de 1873.  Casado con Gerónima Lacarra, tuvieron cinco hijas.  Médico generoso de reconocida actuación en Santa Lucía, donde vivió durante treinta años. Una calle de esta localidad lleva su nombre. The Southern Cross: agosto de 1998.
           Patricio Julián Lynch. Hijo de Justo Patricio Lynch y de Ana María de Roa, en 1870  ya poseía la  histórica estancia que desde 1749 perteneció a los padres de Fray Cayetano Rodríguez y que pasó luego por las manos de sucesivos dueños bajo distintos nombres: La Blanqueada, Invernada y tiempo después La Estrella. Patricio Julián  Lynch se casó con María Isabel Zavaleta y de ese matrimonio nacieron nueve hijos varones y tres mujeres: Julián Pedro,  Francisco Eustaquio,  Carlos María,  Patricio Ángel,  Félix Floro,  Enrique Justo,  Ventura,  María Rosario  ( casada con Germán Frers, cuyo hijo Emilio  se casó con la hija de Carlos Lynch), Ana Isabel, Justiniano,  Benito Narciso y Demetria. Durante mucho tiempo el establecimiento fue administrado por Carlos María Lynch Zavaleta, que se ocupó del aspecto cultural y  educativo del lugar, como lo demuestra una carta escrita el 25 de abril de 1873 dirigida por don Ciriaco Zulonia al Señor Juez de Paz y Presidente de la Municipalidad, don Vicente Mulet, donde “facilita por un tiempo determinado el terreno para el establecimiento de una Escuela en este Cuartel como también dos piezas de azotea y una cocina, a más de todos los materiales que se precisen para la comodidad que se crea necesario para dicho establecimiento y una cantidad de dinero a beneficio del mencionado Establecimiento”. Esta Escuela N° 8 de hoy, funcionó así en sus orígenes en un edificio que en una época fue posta, después pulpería y más tarde puesto de estancia. Historia Doc. de San Pedro: Lic. A. Piccagli - Zulma Taurizano.
           El Doctor Emilio Frers Lynch, (1854 -1923), sobrino de Carlos, se casó con una hija de éste y fue quien dio un gran impulso y progreso a los campos heredados. En 1893, el Doctor  Emilio Frers Lynch aceptó el cargo de Director General de la oficina de Tierras y Colonias de la Nación. Al participar en distintas entidades de la actividad agropecuaria, presidió en 1893 la Sociedad Rural Argentina. Historia Documental de San Pedro: Licenciado Américo Piccagli.
           Accedió en 1898 al cargo de Ministro de Agricultura de la Nación, ministerio creado durante la presidencia de Julio A. Roca, cargo al que renunció en septiembre de 1899. Fue además diputado nacional y ministro de Obras Públicas de la provincia de Buenos Aires y primer Presidente del Museo Social Argentino (1). Se contó entre los fundadores de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Plata.De una inteligencia flexible y abarcadora, el Doctor Emilio Frers se distinguió siempre durante su larga y brillante actuación por su espíritu idealista, su generoso desinterés y su acendrado patriotismo” (2). 1. Hist. Argentina: D. Abad de Santillán – 2.Cupertino del Campo (h): discurso pronunciado en la Escuela N° 8 el 23 de abril de 1942. Consejo Escolar de San Pedro - Archivo.
           El Dr. Emilio Frers Lynch sostuvo a la vieja escuela íntegramente de su peculio hasta su muerte. El gobierno sólo pagaba los sueldos del personal docente. En 1939, la heredera del terreno donde se levantaba el viejo edificio, Justa Lynch de Del Arca, donó el terreno que pasó a depender de la provincia y la suma de $ 6.000, y una comisión de vecinos se propuso dirigir una nueva construcción de acuerdo al plano ejecutado y donado por el arquitecto Cupertino del Campo, familiar de la donante, y ambos pertenecientes a la familia Lynch. La escuela fue inaugurada el domingo 29 de marzo de 1942, a las 15 horas, en un concurrido acto. Consejo Escolar de San Pedro- Archivo.        
           La Dirección General de Escuelas con sede en La Plata, en nota fechada el 29 de marzo de 1941, comunica al arquitecto Cupertino del Campo (h), que no es posible acceder al pedido formulado en nombre de la señora Justa Lynch de Del Arca de imponer el nombre de Carlos Lynch a la Escuela N° 8, porque no cumple con el art. 11 del Reglamento General de Escuelas. Consejo Escolar San Pedro - Archivo.
           La histórica estancia La Estrella fue testigo también de ceremonias del culto católico que sus dueños brindaban a un vecindario que vivía tan alejado de los centros religiosos, con el agravante de los caminos muchas veces intransitables. De esos tiempos, un registro muestra la sencilla y dura vida de los habitantes en el campo: el día 2 de febrero de 1914, el Padre Santana, párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Socorro de San Pedro, se trasladó a  La Estrella  y bautizó a un grupo de niños de ese paraje. Estos documentos revelan un obligado intercambio de roles entre padres y padrinos. Libro de Bautismos N° 64, Folio 40: Archivo de la Parroquia Nuestra Señora del  Socorro.     
           La Colorada. La pulpería instalada en la antigüedad en los campos de La Estrella, fue trasladada al cruce de dos caminos transformada en almacén y despacho de bebidas. De su trágica inauguración con un asesinato, cuentan que por la sangre derramada surgió el nombre de La Colorada: así se denominó durante sus ciento cinco años de existencia al inolvidable almacén que cubrió las demandas de los numerosos vecinos, con sus canchas de bochas y de pelota a paleta, y que se complementó con la creación del club Social y Deportivo Villa Elena, con su cancha de fútbol, también en tierras de la estancia, levantado frente al almacén. Historia Documental de San Pedro, Tomo 1 – Lic. Américo Piccagli - Zulma Taurizano.  - Relatos de antiguos vecinos de esa zona.
           La Galera. Para brindar una comunicación regular entre los vecinos de  La Estrella  y la ciudad de San Pedro, se estableció un recorrido realizado por una galera tirada por dos caballos; durante muchos años y aproximadamente hasta 1958, realizó sus viajes dos veces por semana un tradicional cochero, de apellido Ucero. Quedaban  unidos así los más de 35 kilómetros que unían el casco de la estancia con la conocida hostería Re Umberto, donde se hospedaban los viajeros; este nombre respondía a las ideas monárquicas de su propietario, el Sr. Gorini, pero la mayoría de los pobladores, la nombraban familiarmente con el apellido de su dueño. Hoy esa propiedad pertenece a un descendiente de esa numerosa familia de origen italiano; restaurada, mantiene su estilo, y el negocio ubicado en su esquina de Mitre y Lavalle se llama La Galera. Memoria de viejos vecinos. – Relatos: señor Amílcar Fasce Gorini, propietario del negocio.
           Nicolás Kehoe Robbins donó al Hogar Gomendio alrededor de 1915, una amplia y antigua propiedad lindante al mismo, en Rivadavia y Areco, que después de muchos años fue utilizada para su ampliación. Memorias familiares.
           Matías Brennan Robbins, con sus hermanos, hicieron construir en las primeras décadas del novecientos, el edificio de dos plantas ubicado en calle Pellegrini N° 41, que todavía sólido, luce su hermoso frente y guarda toda una historia del pasado. Memorias familiares. Relatos de antiguos vecinos.  
           Guillermo Castro Vélez Sarsfield. Nieto de Constantino Vélez Sársfield y  sobrino nieto del notable jurisconsulto argentino Dalmacio Vélez Sarsfield. El apellido Sarsfield corresponde a una de las más antiguas familias irlandesas que llegaron a la Argentina, radicada en Córdoba, antes de 1765. Dr. Eduardo Coghlan.
           Durante más de cuarenta años esta familia cedió un importante sector de sus extensos campos de la estancia La Esperanza, a la vera de la ruta 191, para el funcionamiento de la Escuela N° 33, ubicada a 25 Km. de la ciudad de San Pedro, que funcionó desde el 1 de julio de 1926 hasta el  26 de marzo de 1978, fecha en que fue clausurada por una notable disminución de alumnos a causa del fenómeno migratorio de las familias hacia la ciudad. Igual evolución sufrió el club Social y Deportivo La Esperanza  que se fundó el 19 de octubre de 1919, y que también se levantó en tierras cedidas por la familia Castro Vélez Sarsfield, muy cerca de la Escuela N° 33. Debió ser trasladado a San Pedro en la década del setenta. Secretaría  de Inspección de Enseñanza de San Pedro: Archivo - Club La Esperanza: Archivo.
           En esos campos, junto a la escuela y al Club mencionados, se estableció en las tierras cedidas por esta familia un almacén de ramos generales que prestó durante muchos años sus servicios a esa numerosa y esforzada comunidad: el viejo almacén de La Rosada. Cumplió con la  función social de ser el foco centralizador donde los pobladores de la zona tenían la oportunidad de establecer lazos de amistad que en muchos casos perduraron toda la vida. Frente al almacén se encontraba la herrería de la zona, también en tierras pertenecientes a la estancia. Desaparecieron, lo mismo que la escuela y el club, por idénticos  motivos, y las tierras quedaron nuevamente en poder de sus legítimos dueños. Relatos de los antiguos moradores de la casa del almacén de La Rosada.

San Pedro - Cargos públicos
en los que se desempeñaron ciudadanos descendiente  de irlandeses

Alcalde:  1885 – Ricardo Kehoe /  1890 – Ricardo Kehoe /  1891 – Ricardo Kehoe /  1891 -  Cristóbal Doyle /  1895 – Juan Young /  1896 – Santiago Harrington /  1898 – Juan Young /  1910 – Juan Young /  1918 – Matías Brennan /  1930 –Guillermo Castro Vélez Sarsfield /  1932 – Santiago Doyle /  1933 – Santiago Doyle.

Teniente alcalde: 1887 – Cristóbal Doyle  /  1890 – Antonio Slevin  /  1891 – Patricio Wheeler  /  1891 – Cristóbal Doyle.                                                    

Cuerpo Deliberativo:  1880 – Constantino Vélez Sarsfield  (concejal) /  1881 – Constantino Vélez Sarsfield  (presidente del Concejo) /  1885 – Constantino Vélez Sarsfield  (presidente del Concejo) /  1886 – Constantino Vélez Sarsfield  (presidente del Concejo)  /  1903 – Matías Brennan Robbins (concejal)  /  1958 – Juan Martín McInerny  (concejal)  /  1985 a 1989 – Daniel Geoghegan  (concejal).

Intendente (Comisionado) e Intendente:  1930 – Santiago O’Farrell (h).
…… - Santiago Doyle (en Laguna Larga, Córdoba: 2 períodos consecutivos).

­­­­­­­­­­­­­­­­Juez de Paz: 1880 – Constantino Vélez Sarsfield / 1956–1960– Alfonso Harrington.

Prefecto:   29- 1- 1982   a  15 - 1- 1984 – Rubén A. Costello.

Dr. Emilio Frers Lynch: página 6 de este informe.
Municipalidad de San Pedro. Archivo.
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           Pertenecientes a un tiempo que pasó, estos inmigrantes y sus descendientes se extendieron sobre la pampa sampedrina y dejaron sus huellas. Como tantos otros no mencionados en esta somera reseña, vuelven a reverdecer como el shamrock irlandés, como el trébol, con el simple ejercicio de nuestra memoria.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Hola soy Graciela Borda directora de la EP 17 del Pje El Descanso agradezco a Hernán el Libro que gentilmente nos dejó en nuestra escuela. Lo esperamos un día de semana . Saludos

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