LA CRUZ DE ÑANDUBAY

El 20 de noviembre de 1934, "La Prensa" encabeza una nota referida al Combate de Obligado con una foto en perspectiva de la legendaria cruz de ñandubay, colocada por el poeta Rafael Obligado en homenaje a los caídos en esa contienda. También reproduce un proyecto (o maqueta) del monumento próximo a erigirse sobre el morro donde se afianzara la línea de cadenas. El título habla justamente de su inauguración y la nota en cuestión señala lo siguiente:




"En las costas del partido bonaerense de San Pedro, por iniciativa del Director del Museo Histórico y Colonial de Lujan, doctor Enrique Udaondo, se inaugurará el martes próximo un obelisco de piedra en homenaje a los caídos en el Combate de Obligado". Describe a continuación la acción guerrera y dice posteriormente que: "El monumento se erigirá en terrenos cedidos por Julia Obligado de Oliveira Cézar, Dolores D. de Obligado, Emma O. de Davel, Alejandrina y Eugenia Obligado quienes, además, contribuyeron a costearlo, pues una parte de la suma necesaria para su adquisición fue obtenida mediante el óbolo popular". La piedra que se utilizará en el obelisco procede de las canteras de Colón, Provincia de Entre Ríos, y fue cedida por el cura párroco de Lujan. En cada uno de sus cuatro frentes se colocarán placas conmemorativas de la Municipalidad de San Pedro, del Círculo Militar, Centro Naval de Buenos Aires y Museo Histórico y Colonial de Lujan. La comisión popular que organiza los diversos actos que se realizarán con motivo de la inauguración de este monumento se halla presidida por el religioso Arturo Torcelli Maza, y de ella forman parte el intendente municipal José Novau, el teniente coronel Evaristo Ramírez Juárez, Abel R. Noceti, Alejandro E. Solari, Juan F Peralta, Pedro S. Acosta, Nicolás Perazzo, Vicente Yanzón, Rodolfo L. Casaux, Facundo Larrondo, Luis Oliveri, Alfredo Dupleix, Francisco Mattig, Julio Navone, Juan. B. Elizalde, Eduardo Castro, David Kurlat, Jacinto Amatriain y Juan A. Gallinat."

Esto es historia, historia chica para una historia mucho mayor, que habla de la defensa de nuestra soberanía y de un grupo de sampedrinos que cuatro décadas atrás, se unieron para rescatar ese gesto de clara dignidad.


Fuente: El Imparcial mayo 12 de 1978

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