TORNIQUETE ANTIGUO

Una pieza utilizada en los primeros alambrados del país fue donada por una familia de Capital Federal que conoció el trabajo del Museo a través de una nota periodística

Nuevas y valiosas piezas siguen ingresando a la colección del Museo de Tecnología Agropecuaria de Gobernador Castro, enriqueciendo la colección del joven atractivo de la localidad.

En esta oportunidad la televisión jugó un papel importante en esta donación ya que el Sr. Oscar Raúl Lo Curto, de Capital, luego de ver una nota en el programa Dinámica Rural y enterarse del trabajo de recuperación emprendido desde la inauguración del Museo, decidió pasear por San Pedro y llegarse hasta Castro para donar una valiosa pieza.

Se trata de un tensor de alambrados cuya fabricación es anterior a la aparición de los conocidas torniquetes. El modelo, construido en fragua y totalmente a mano, posee un sistema de “pinches” que se clavaban en los postes y, mediante el uso de un eje giratorio, se tensaba el alambre hasta el punto deseado.

Este sistema fue utilizado desde mediados hasta finales del siglo XIX, para luego ser suplantado por elementos más modernos y prácticos de fabricación en serie.

Vale recordar que el primer alambrado fue ingresado al país en 1845, de la mano del inglés Richard Black Newton, que lo utilizó en su huerta particular rodeándola con un alambre del grosor de un dedo. Pero fue Francisco Halbach el primer hacendado argentino en alambrar todo el perímetro de su estancia “Los Remedios”, donde actualmente funciona el aeroparque de Ezeiza. Luego, entre las décadas de 1870 y 1890 se instaló su uso de forma corriente.

Antes de la aparición del alambrado como delimitador de propiedades se utilizaban mojones de madera o se realizaba un zanjeo en el perímetro de los campos para evitar la fuga del ganado.

La aparición del alambrado puso fin a eternas disputas de límites. De esos primeros alambrados del país proviene el curioso objeto que desde ahora descansará en una de las salas del Museo de Tecnología Agropecuaria.