UNA VIDA...TRES SIGLOS

Una vida que transcurrió en tres siglos.

      Es común que la vida de un individuo se deslice en dos siglos distintos, de acuerdo con el tiempo y fecha que separan su nacimiento de su muerte. Pero no lo es tanto cuando la existencia de una persona se prolonga a través de tres siglos. El caso de una antigua vecina del entonces pueblo de San Pedro, la señora Josefa García viuda de Sandalio Arias, fallecida a los 116 años de edad (sic) por senectud, según el certificado médico del doctor Adolfo M. Castro, el día 4 de octubre de 1900, de acuerdo a lo manifestado por el declarante ante la oficina pública quien “ignora las demás formalidades de la ley” responde así a esa particular circunstancia.

    La muerte de la señora Josefa García de Arias está registrada también, con mayores detalles, en el archivo de la iglesia parroquial, libro de Difuntos del Año 1900 Folio 412; en ese documento, que lleva la firma del recordado párroco P. Pablo Carlevarino, se confirma que murió de senectud, después de haber recibido “los sacramentos de la Confesión, Comunión y Extremaunción”, y además deja constancia que era nacida en San Lorenzo, provincia de Santa Fe, el día 22 de diciembre de 1781 “por lo que tendría la edad de ciento diecinueve años”. También en el N° 441 del periódico El Independiente se publicó en forma muy resumida la noticia de su fallecimiento, al transcribir las noticias provenientes del Registro Civil, sin agregar ningún comentario.

    Las ideas sobre la existencia de épocas y lugares en los que determinadas personas vivían por larguísimos períodos de tiempo han sido transmitidas por la literatura y la tradición. La forma de expresar la edad según la cronología bíblica menciona que Adán vivió 930 años. Enoc, 365 años y su hijo Matusalén 969 años. Noé y Abraham también fueron centenarios, como otros difundidos personajes: Isaac, Jacob, José, Aarón. El debate sobre la seguridad de tales afirmaciones parece no tener fin pero en cambio está perfectamente documentada la certeza de la prolongada existencia de esa vecina del pueblo de San Pedro que transcurrió en tres siglos distintos, XVIII, XIX y XX, en aquellos tiempos en que la medicina no había alcanzado a favorecer la longevidad de las personas. Tal vez nunca se sabrá cuál fue el secreto de la excepcional sobrevivencia de la señora Josefa García de Arias:
Las crónicas de la época no lo dejaron trascender.                                                                     
                                Colaboración Julia McInerny

 Fuentes:
. El Independiente, periódico-Archivo - N° 441
. Iglesia Parroquial Nuestra Señora del Socorro-Archivo- Libro Difuntos 1900 F 412
. Registro Civil-Archivo- Partida defunción N° 195     

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