INICIATIVA TURÍSTICA DEL PASADO



En el año 1944, el sampedrino Diego Novillo Quiroga (1), escribía en una revista de la Capital Federal  un artículo que, en su parte principal decía:
DON RAFAEL COBO, UN PRECURSOR DEL TURISMO

“Ochenta años atrás, la sociedad porteña mas “encopetada” contaba entre sus miembros mas importantes a don Rafael Cobo, hombre de mundo, hacendado, financiero, emprendedor fértil de iniciativas.
Acaudalado terrateniente, afincado en San Pedro (provincia de Buenos Aires), en esa época ni cuando ni por asomo las preocupaciones del turismo pudieran estar en ninguna iniciativa, don Rafael concibió la fundación de una ciudad en miniatura que, por su emplazamiento y construcción, y las condiciones apropiadas del clima sirviera a las necesidades del turismo invernal.
Fotografía  inserta en al artículo 

Anticipándose al sentido actual de los hombres de empresa – la propaganda- don Rafael no se dio reposo en consultar, convencer, venciendo resistencias y hasta suspicacias.
Congregó amistades en su domicilio, en la vieja confitería de Pepín (2), en el antiguo Club Unión (3). Razonaba, exponía, proyectaba, ardido  de un dinamismo contagioso. Así fue polarizando voluntades hasta formar el grupo fundador de la empresa. Se reunieron capitales, se contrató ingenieros y constructores y. como don Rafael no era hombre de vacilar ya metido en una empresa, se comenzó de inmediato la construcción de lo que se denominara modestamente Pueblo de Cobo, “Pueblo’e Cobo en el decir del pintoresco del paisanaje.

La ciudad en miniatura, perfectamente concebida y planeada, nació y creció a ritmo vertiginoso.
Casas de tipo uniforme – tipo de actual casa colectiva – con sus techos de media agua y alineados a la vera de las calles rectilíneas fueron poblando hasta diez manzanas. Todo estaba perfectamente concebido y planeado – como va dicho- pero una imprevisión substancial dio al traste con la empresa. La financiación no había sido establecida con la prolijidad necesaria. Y cuando las edificaciones ya construidas y calles y veredas definitivamente terminadas, se fue a colocar las arcadas de hierro sustentadoras de los vidrios que habían de techar las calles, se cayó en la cuenta de que los capitales eran insuficientes, estrecho el presupuesto previsto.

Don Rafael no desmayó con ello y, aportando todos su capitales propios disponibles, no se dio reposo en gestionar, mover cielo y tierra para que las cosas no quedaran en punto muerto. Pero los capitales invertidos habían sido cuantiosos, y la fe de los inversores, vacilante al principio, se derrumbaba ya como una cosa inerte. Y de lo que fue un sueño generoso con visos vivientes de posibilidad en lo real, no vino a quedar sino en cosa vaga, imponderable pero flotante y extensible que se extiende inexorable como un gas letal, el comento: “¿no estaría medio tocado  don Rafael con sus proyectos de ciudad invernal y lo había metido a todos en el atolladero?.

Los capitales se retrajeron, la desconfianza cundió y, pese a los esfuerzos sobrehumanos del fundador, la ciudad en miniatura de turismo invernal vino a morirse podría decirse recién nacida.” 

1) Novillo Quiroga nació en San Pedro (Bs. As.) el 24 de octubre de1899 y falleció en Buenos Aires el 25 de junio de 1950. Hizo periodismo mucho tiempo trabajando para los diarios "La Verdad", "Crítica", "La Bastilla", "El Sol", "Noticias Gráficas" y "La Nación" y colaboró en revistas como "Caras y Caretas",, Nativa y El Hogar. Conjuntamente con Francisco Pracánico compuso el primer chamamé.
 “ Corrientes Poty.”
Ver y escuchar:
http://www.fundacionmemoriadelchamame.com/francisco-pracanico

       
2) Fray C. Rodríguez y Mitre (INTA).
3) Centro de Comercio

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL CALIBRE DE LAS ESCOPETAS

BREVE HISTORIA DE SAN PEDRO Bs.As.

RÍOS Y ARROYOS DE SAN PEDRO