NUEVOS DOCUMENTOS DE OBLIGADO

Rescatan facsímiles desconocidos de la Batalla de Obligado
Es un grupo de copias realizadas a fines del siglo XIX en el Juzgado de Paz de San Pedro sobre cartas del combate  

Son 25 documentos de amarillento papel que llevan escritas 35 notas en apretada letra manuscrita. Son facsímiles que transcriben información, pedidos y planteos del Gral. Lucio Mansilla y los oficiales Juan Bautista Thorne, José María Cortina, Francisco Crespo, Felipe Botel, Juan Antonio Garreton y el Primer Edecan de Rosas, Antonino Reyes.
Todas las cartas están destinadas al Juez de Paz de San Pedro, Don Benito Urraco. 

Este grupo de notas aporta nuevos detalles de la logística de la Batalla de Obligado desde el 3 de septiembre de 1845 hasta el 23 de diciembre del mismo año. 
Entre la correspondencia se leen pedidos de insumos (madera para reparación de piezas de artillería, hierros para sujeción de parapetos, tela para velas de embarcaciones, municiones de diversos calibres, etc.) como así también, órdenes precisas para la búsqueda y aprehensión de numerosos desertores en los días posteriores al cruento combate en las barrancas del Paraná. 

Las principales notas

Recupero de municiones 

**En uno de los escritos, posterior al combate, fechado el 23 de diciembre de 1845, Mansilla le comenta al Juez de San Pedro que “He sabido con extrañeza que los vecinos del partido a su cargo llevan las balas que quieren a sus casas, por lo que le prevengo a Ud. seriamente, haga recoger cuantas estén desparramadas entre los particulares y me remita a la brevedad una relación del número y calibres de las que tiene a su cuidado”. 
Con esta orden, Mansilla intenta paliar la escasez de municiones recuperando las balas dispersas en el sitio de Obligado para seguir hostigando a la flota en puntos como “El Tonelero”. 

Patrullaje de la zona

**En otra, a sólo 8 días del combate, el 12 de noviembre de 1845, el Comandante del Ejército Federal comunica al juez sampedrino que envía a patrullar la costa del Partido al “Sargento Mayor Julián Berdun al mando de ciento setenta y tantos hombres de caballería e infantería a fin que rechace a los enemigos en cualquier punto que intenten desembarcar…”, como una forma de prevenir una invasión al norte del territorio de la provincia y en lugares no protegidos.

Impidiendo que se alimenten

Una gran preocupación del Ejército Federal era la de no permitir que la flota enemiga se abasteciera de provisiones en suelo criollo. Por tal motivo, en varias de las cartas se repite la orden al Juez de Paz de interceder ante los estancieros de la zona para que retiren su ganado de las cercanías del río, caso contrario sería faenado y consumido por el ejército de Mansilla antes que por la flota anglo-francesa. A tal efecto en una carta se lee: “Prevengo a Ud. nombre un alcalde de confianza con fuerza suficiente para que cuiden no bajen haciendas a la costa del Paraná, ordenando a los vecinos propietarios, encierren, pastoreen o tomen la medida que puedan para llevar esta orden y si porfiase dicha hacienda en bajar a la costa, la hará Ud. arrear al campamento en El Tonelero para consumirla sin respetar marcas…”.

Armado de la línea de cadenas

**Días antes del combate, en fecha 10 de noviembre de 1845 el líder del ejército criollo vuelve a escribirle a Urraco dándole a entender que necesita completar el armado de la línea de defensa sobre el río solicitándole lo siguiente: “Tengo entendido que en ese Puerto existen una porción de embarcaciones, a los que inmediatamente que reciba Ud. ésta les hará sacar el timón, palos, velas y cuanto útil tenga para poder navegar, haciéndolas entrar lo más a la costa posible y las chicas hecharlas a tierra. Todos los útiles que haga sacar de dichas embarcaciones los pondrá en lugar seguro hasta segunda orden”.
Este tipo de pedido no se registra con anterioridad en ninguna bibliografía de la batalla.

El corte total del río Paraná

**Uno de los datos más relevantes aparece en la nota del 6 de octubre de 1845 en la que se ordena el corte definitivo del río Paraná para la navegación de cualquier tipo de embarcación. En la misma, Mansilla expresa: “Habiendo capturado frente a San Isidro los infames estrangeros anglo-franceses, el 1º de este mes, tres buques nacionales que se dirijían al Puerto de la Capital; se ha resuelto no se dé licencia a buque alguno para navegar aguas abajo, lo que prevengo a Ud. para que no la conceda a los que se hayan en ese destino por pequeño que sean”.

Estos y muchos otros datos de gran valor histórico aparecen en estos facsímiles. Desde el Grupo Conservacionista de Fósiles, entidad que analiza las copias halladas, se cree que estos escritos fueron copiados, inventariados y archivados por el antiguo Juzgado de Paz de San Pedro a fines del siglo XIX debido, fundamentalmente, a las características del papel utilizado. En el margen superior derecho de cada hoja se conservan los números de folio, copia y legajo con el que fueron guardadas estas notas durante más de cien años. 

Desde el Municipio se agradece al Sr. Ignacio Castro la predisposición demostrada para posibilitar el recupero de este material.

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